No hay pruebas científicas de que existan otros universos aparte del nuestro, el universo observable. Ello no quiere decir que las tengamos de lo contrario: de que no puedan existir más universos. De hecho, resulta hoy bastante más sencillo construir una teoría, en principio posible, de multiverso, en que un gran número de universos son creados y destruidos, y los que sobreviven evolucionan de manera independiente y bien distinta unos de otros (siendo el nuestro, por azar, uno de ellos), que construir una teoría rigurosa en la que se origine un único universo, con las propiedades tan específicas (en particular, las constantes cosmológicas) del que habitamos. En otras palabras, no se ha podido aún obtener una teoría física que dé lugar a un solo universo como el nuestro.
¿Cuantos universos existen?
Uno de los mayores retos para avanzar en esa dirección es construir primero una teoría de gravedad cuántica y, luego aún, ir más allá de los límites de Planck (problemas comunes también a las teorías de multiverso). Pero, respondiendo a la pregunta, lo más decisivo es que no hay manera de confirmar científicamente ninguna teoría de multiverso. Y son muchos los físicos que argumentan (la lista sería larga) que ello no será posible en mucho tiempo. Y que aducen, en consecuencia, que las teorías de multiverso no pertenecen al dominio de la física actual, que son pura metafísica, al resultar imposible demostrar que sus predicciones son falsas.
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